Por Ignacio Koblischek. Todos los derechos reservados.
Introducción
Los antecedentes del sistema heráldico son el conjunto de símbolos, signos y emblemas que, desde el inicio de la Edad Media hasta el primer tercio del siglo XII, evolucionan hasta incorporarse tipificados y sistemáticamente en la superficie de un escudo aportando carácter ornamental y sentido denotativo.
Los antecedentes heráldicos están condicionados por las transformaciones sociales, políticas y económicas que comienzan a producirse en Europa occidental a partir del siglo V . El proceso evolutivo abarca unos 700 años y se le considera el crisol del sistema heráldico donde cada sistema emblemático aportará su característica más útil hasta formar un sistema que unificará prácticamente todo el panorama emblemático existente.
El proceso evolutivo lo podemos dividir en tres fases:
1.-Los símbolos altomedievales. Aparecen y se desarrollan a principio de la Alta Edad Media en torno a los siglos V a VIII, fecha que coincide con la denominada Temprana Edad Media.
2.-Los signos de poder. Los símbolos altomedievales se incorporan a los signos de poder en la Alta Edad Media durante los siglos VIII a X.
3.-Los emblemas. A comienzos de la Plena Edad Media durante los siglos X al XI, la continuada manifestación de símbolos y signos permite su tipificación y facilita uso denotativo.
Los motivos que favorecen esta evolución los vamos a estudiar desde el punto de vista antropológico (necesidad emblemática) y desde el punto de vista arqueológico (respuesta formal).
Estos dos enfoques están íntimamente relacionados entre sí, ya que si no existe la necesidad de utilizar un signo o emblema este no se produce.
En términos generales y de manera sucinta, podríamos resumir esta evolución del siguiente modo:
Por su gran aceptación los símbolos
altomedievales se incorporan a los signos de poder. Cuando estos signos
adquieren una determinada disposición y significado denotativo se
convierten en emblemas. La tipificación de estos emblemas y su capacidad
para incorporarlos a la superficie de un escudo los convierte en emblemas
heráldicos.
Por último, decir que el sistema heráldico es una creación colectiva de carácter espontáneo que desarrollará sus particularidades dependiendo de del contexto histórico-cultural de la zona geográfica donde se desarrolle.