Por Ignacio Koblischek. Todos los derechos reservados.

1.-Descrédito del Sistema Heráldico (1789-1930).

1.1.-Contexto histórico.

Históricamente se conoce como "crisis del Antiguo Régimen" al período que abarca desde la aparición de la Enciclopedia en 1751 hasta las revoluciones de 1848. Los principales cambios que se producen son: 

-La transición del feudalismo al capitalismo. 

-El asentamiento de la burguesía como nueva clase dominante.

-El Estado liberal como nuevo sistema político. 

-El liberalismo político y económico como nueva ideología dominante.

-El surgimiento del proletariado industrial como nueva clase opuesta a la burguesía. 

-El comienzo de los conflictos sociales que se conocen como movimiento obrero. 

-A partir de la Revolución Francesa se sucederán paulatinamente la caída de todas las monarquías absolutistas. El movimiento se extenderá a Iberoamérica y a las distintas colonias europeas con el resultado final de la independencia de dichos territorios.

1.2.-Contexto cultural 

A finales del siglo XVIII se desarrolla el estilo Neoclásico como reacción contra el Barroco y el Rococó. Se caracteriza, como su nombre indica, por su inspiración en las formas del arte clásico grecorromano. 

La revolución francesa de 1789 termina con el Antiguo Régimen y el poder de la aristocracia. La burguesía que ya tenía en sus manos el poder económico suma así el poder político. Se convierte en la nueva clase dominante y el arte, se adaptará a sus gustos. Los movimientos culturales más importantes en el siglo XIX son el romanticismo, en la primera mitad del siglo, y el positivismo, en la segunda mitad.

Otro indicador del cambio cultural que se avecinaba fue el cambio en la forma de vestir. Los colores llamativos y sus contrastes para que resaltaran más, las pelucas y los tacones (útiles para montar a caballo) utilizados por la alta sociedad como claro símbolo de que no se dedicaban a trabajar el campo, fueron sustituidos por chaquetas sueltas y pantalones de paño a rayas que designaban a la clase social formada por campesinos, tenderos y artesanos que se oponía a la monarquía francesa del siglo XVIII. Los colores brillantes fueron eliminados de sus atuendos y en su lugar se adoptó un estilo de vestir funcional y apagado, que de algún modo se asociaba con la vida condenada al trabajo manual. Todo este sentir vino emanado de la Ilustración. Al ser un movimiento intelectual que apostaba por la racionalidad frente a la superstición y la emotividad, la moda masculina se inclinó hacia lo práctico, lo útil, y empezó a valorarse mucho más el estar bien formado y educado que pertenecer a la burguesía o a la realeza de forma hereditaria.

A modo de anécdota, comentar también que en los juegos de naipes la carta de mayor valor era la del rey, tras la revolución el fue el as, el 1, la que pasó a ser la más valorada.

3.-Necesidad emblemática.

En 1789 estalla la Revolución Francesa y con ella la abolición de la nobleza. Esto conlleva el destierro de sus símbolos. La abolición del feudalismo se produce por el decreto de 4 de agosto de 1789. Los emblemas heráldicos son sinónimo de absolutismo y represión. Representan a la clase dirigente, la nobleza, y por este motivo hay que destruirlos.  

Como dice Sánchez Collantes "todo régimen político que suplanta a otro de forma rupturista trata de eliminar la simbología precedente y, en su lugar, crear la suya propia"(1).

La eliminación de estos símbolos tiene, a su vez, un carácter simbólico: representar un derrocamiento simbólico, se consideran una válvula de escape a la violencia y, por último, suponen una fiesta o júbilo. 

Una prueba de ellos es que entre los años 1809 y 1813 no se vio en Navarra ni un sólo pleito de Hidalguía. Entre 1814 y 1819, vuelven a aparecer pero en mucha menor medida que antaño. "Era el signo de los nuevos tiempos, la nueva mentalidad ilustrada consideraba ya una antigualla el lustre rancio de los viejos blasones, y una reminiscencia medieval las prerrogativas de la hidalguía, tan codiciadas y estimadas unos pocos años atrás" (2).  

En Hispanoamérica se concreta la abolición de la nobleza y la destrucción de escudos de armas mediante leyes. 

En Chile, el 22 de marzo de 1817 Bernardo O'Higgins, decreta la abolición de los títulos de nobleza y la destrucción de los escudos de armas de las fachadas de las casas e insignias en el plazo de 8 días. El decreto decía: 

"Si en toda sociedad, debe el individuo distinguirse solamente por su virtud y su mérito, en una República es intolerable el uso de aquellos jeroglíficos que anuncian la nobleza de los antepasados, nobleza muchas veces conferida en retribución de servicios que abaten a la especie humana... Por tanto, agregaba, ordeno y mando que en el término de ocho días se quiten de todas las puertas de calle los escudos, armas e insignias de nobleza con que los tiranos compensaban las injurias reales que ingerían a sus vasallos".

En Méjico, el 2 de mayo de 1826 se firmó una ley que decía:

"Quedan extinguidos para siempre los títulos de conde, marqués, caballero y todos los de igual naturaleza, cualquiera que sea su origen. El gobierno dispondrá se destruyan por los dueños de edificios, coches y otros muebles de uso público, los escudos de armas y demás signos que recuerden la antigua dependencia o enlace de esta América con España". 

En España, durante la Revolución de 1868 llamada "la Gloriosa" se manifestó públicamente el rechazo a la monarquía de Isabel II con la destrucción de los símbolos que la representaban. Entre ellos, sus estatuas, bustos, retratos y escudos, fueron pasados por el fuego "purificador". Respecto a los escudos de armas se destruyeron los monárquicos tanto de lugares públicos como los de los estancos y establecimientos. La bandera del congreso ondeó con el escudo recortado y los militares arrancaban las iniciales de la reina y la corona de sus guerreras. 

En este sentido, queda patente que las revoluciones tienen la necesidad de sustituir toda la simbología que representaba al Antiguo Régimen. 

1.4.-Respuesta formal. 

El sistema heráldico se adaptó perfectamente a todas las sociedades que se habían sucedido desde el siglo XII. En esta ocasión se encuentra con un obstáculo del que le será muy difícil sobrevivir. La Heráldica representa a los opresores, por lo que uno de los objetivos será, precisamente acabar con el sistema heráldico.  

Descrédito 

Como hemos visto, el sistema heráldico es sinónimo de opresión, nobleza y Antiguo Régimen. Hay que acabar con ellos. 

Las ideas revolucionarias no tardan en llegar a España. Los principales decretos que regulan la abolición de los privilegios de la nobleza, de los señoríos jurisdiccionales y de los mayorazgos son: 

-El Decreto del 6 de agosto de 1811 de las Cortes de Cádiz. 

-El Decreto de 12 de octubre de 1820. 

-La Ley de 3 de mayo de 1823 del Trienio Liberal. Entre 1834 y 1836 se produjo en España la denominada Confusión de Estado: el estado noble perdía sus derechos y privilegios. Entre las disposiciones caben destacar: 

-En 1834 la Reina Gobernadora sustituye las Reales Chancillerías por las Audiencias Territoriales. Estas abarcarán todos los asuntos civiles y criminales. 

-El 21 y 28 de septiembre de 1836 se suprimen las pruebas de Nobleza para el ingreso en la Marina y en el Ejército.

-El año 1845 se suprime la exigencia de pruebas de Nobleza para el ingreso en la Orden de Carlos III. 

En este sentido, cabe destacar que la nobleza sin privilegios ya no tiene sentido, por lo que empezó a carecer de interés. El primer cambio significativo en España surge con el cambio del escudo nacional. En la cabecera de la Gaceta de Madrid del 29 de septiembre de 1868 se sustituye el escudo monárquico por una alegoría femenina como símbolo de la nación como dueña de su destino. 

Gaceta de Madrid de 1868. 

Gaceta de Madrid de 1869.

El problema en la sustitución del sistema heráldico es la búsqueda de un sustituto. Las alegorías utilizadas podían estar llenas de simbolismo, pero no identificaban totalmente a la nación. En la cabecera de la Gaceta de Madrid de enero de 1870 podemos ver como se opta de nuevo a los escudos, pero sin recuerdos monárquicos, se suprime la corona real y se sustituye por una moral, se quita el escusón con las armas de los Borbón y se quitan, también las coronas de las Columnas de Hércules. Este escudo será utilizado posteriormente por la II República que quitará la corona al león de León. 

En Francia, el sistema heráldico aparece y desaparece según se suceden los distintos regímenes. La caída de la nobleza y de sus símbolos implica la de los escudos de armas. A partir de ahí se empiezan a utilizar como símbolos de la libertad y el republicanismo: el gorro frigio y la escarapela tricolor. 

La Heráldica se abolió en 1790, aunque las armas reales (de azur tres flores de lis de oro) se mantuvieron hasta 1792. 

Pasada la incertidumbre revolucionaria, con Napoleón I comienza una etapa de reactivación del Sistema Heráldico. Otorga escudos de armas nuevos a familias plebeyas y, los que mantienen los suyos, los acomodan a la nueva legislación. 

Por decreto del 1 de marzo de 1808 Napoleón I creó en Francia los títulos del Imperio y sus ornamentos exteriores. 

Se trata de un Sistema Heráldico excesivamente codificado y sistematizado donde abundan las diferencias entre dignidades. 

En la imagen anterior, una de las muchas posibilidades que ofrece la heráldica napoleónica. En definitiva, se trata de rescatar una tradición transformándola en una creación propia del nuevo soberano. 

Los principales motivos del descrédito del sistema heráldico se pueden concretar en: 

-Asociar la Heráldica al pasado, únicamente como marcas de honor. -Reacción antinobiliaria.

-Estudio de la Heráldica basado en leyendas. 

-Incapacidad de estudiar seriamente el Sistema Heráldico por falta de medios. Las fuentes con las que cuentan son los manuales de la época que eran insuficientes para abordar su estudio con seriedad. -Falta de capacidad para buscar otras fuentes de estudio.

Usos y costumbres

Es llamativo que en esta época todavía estuvieran en uso algunas costumbres heráldicas, como el de tapar los escudos frontispicios con paños negros en señal de luto por el fallecimiento de su titular. Así ocurrió con el escudo de los primeros Marqueses de Villa-Huerta, don Antonio del Valle y Serrano, cuyo escudo que figura en el Palacio de Cerralbo (Madrid) fue tapado en 1900, fecha de su muerte, con un paño fúnebre durante varios años. Destacamos que el escudo del I Marqués de Villa-Huerta fue organizado de nueva creación pero apropiándose impropiamente de otros escudos en uso que coincidían con los de sus apellidos. (Escudo del Marqués de Villa Huerta en un reloj del Museo Cerralvo, Joaquín Alemany Ferrer. Rev. Hidalguía, 2016, págs. 639-658).  

Principales autores.

Podríamos decir que existen dos tipos de autores: los recopiladores y los estudiosos. En cuanto a los primeros, cuentan con los medios para hacer trabajos asombrosos de recopilación de escudos de linajes como son los armoriales modernos. Podemos encontrar prácticamente un armorial por país. En Italia, contamos con Crollolanza, en España con Piferrer y García Carrafa, y en Inglaterra con Burke. Pero el que más destaca sobre todos es el de Riestap, con más de 130.000 dibujos de escudos de armas. Es una etapa en la que proliferan armoriales y diccionarios heráldicos. Poco a poco y simultáneamente, surgirán los autores estudiosos que llevarán la Heráldica a la consideración de una ciencia auxiliar de la Historia, lo que llamaremos Restauración Heráldica. 


Notas

(1) SANCHEZ COLLANTES, Sergio. Iconoclasia antiborbónica en España: el repudio simbólico de Isabel II durante la Revolución de 1868. Universidad de Burgos. Revista de Historia Constitucional. Pág 27.

(2) Libro de Armería del Reino de Navarra. Diputación Foral de Navarra/Institución Próncipe de Viana. Pág. 85.