Por Ignacio Koblischek. Todos los derechos reservados.

1.-Desarrollo del Sistema Heráldico (1230-1346)

Esta etapa abarca desde la aparición del cuartelado de Castilla y León de Fernando III hasta la batalla de Crecy, momento en el que se da por finalizado el predominio de la caballería pesada. 

La gran aceptación que tuvo el uso de emblemas heráldicos en la sociedad del siglo XII permite su posterior desarrollo en el siglo XIII. De una forma espontánea, empiezan a combinarse los distintos planos y elementos que forman el escudo de armas. Es decir, comienza a articularse el sistema heráldico. El cuartelado de Castilla y León es el claro ejemplo del comienzo y la consolidación de esta nueva etapa. La capacidad de adaptación a las nuevas necesidades emblemáticas y la aplicación directa en multitud de aspectos cotidianos, hace que el Sistema Heráldico sea el predominante a partir de ahora. 

1.1.-Contexto histórico.

Nos encontramos en el final del Plena Edad Media y comienzo de la Baja Edad Media. Esta etapa "viene definida por un conjunto de alteraciones sociales y económicas que afectan, con los debidos matices, al conjunto de Europa e imprimen unos rasgos básicos para el devenir futuro, a partir del vigor económico de los sectores productivos y comerciales, la consolidación de las agrupaciones corporativas, el desarrollo urbano, la renovación de valores, el afianzamiento de emergentes grupos dirigentes y, en definitiva, la perfilación de una nueva sociedad" (1).

Las cruzadas abren nuevas rutas y se desarrolla el comercio, aparece una incipiente industria artesanal y, por consiguiente, la concentración en ciudades: aparece la figura del burgués. El monasterio aislado del campo es sustituido por la catedral ciudadana. En la Península Ibérica asistimos, por un lado, al final de la reconquista portuguesa con la liberación del Algarve por el rey Alfonso III en 1249 y, por otro, al inicio de la fase final de la Reconquista total del territorio ibérico por los otros reinos peninsulares. 

1.2.-Contexto cultural. 

Nos encontramos en el primer tercio del siglo XIII, en pleno apogeo del arte gótico. En esta época se plantean las condiciones necesarias para que aparezca un "hombre nuevo y por ello, un arte nuevo". 

El estilo gótico nace en Francia y su expansión es irregular, en España e Inglaterra se adapta fácilmente, en Alemania se retrasa su aceptación y a Italia nunca llegará. Las principales consecuencias socioculturales que desembocan en el gótico son: la evolución del pensamiento teológico y religioso, la reforma cisterciense y el despertar del humanismo. 

1.3.-Necesidad emblemática 

Las necesidades emblemáticas las podemos resumir en: 

-Proyectar la personalidad. La abstracción del escudo permite representarlo en todo tipo de soportes. Ya no es necesario el escudo, como arma defensiva, si no que este se puede representar solamente con su dibujo o labra. De esta forma, el lugar donde aparezca representado tendrá una relación o vínculo directo con su titular. 

-Transmitir mensajes. La articulación del sistema heráldico permite, además, transmitir otro tipo de mensajes como los de tipo político: armas de pretensión. 

-Consolidar linajes. El linaje queda identificado por la grafía y la imagen. Los emblemas heráldicos se muestran también como medio transmisor de poder. Utilizar los mismos emblemas que el padre significa sucederle también patrimonialmente. 

-Transmisión de emblemas. Consecuencia de lo anterior nos encontramos con la forma de transmitir el escudo del linaje y la forma en la que puede convivir simultáneamente dos titulares con el mismo escudo sin que provoque confusión. Se recurre a la diferenciación de armas o brisuras que variarán según la zona.

-Extensión a otros estratos de la sociedad. El ejercicio del poder no sólo estaba limitado a los caballeros. Las mujeres eran también herederas y podían transmitir sus propiedades. Por otro lado, tanto los concejos municipales, los gremios y las instituciones religiosas, necesitaban validar la documentación emitida por sus órganos de gobierno. Para ello, nada mejor que el uso de estos nuevos emblemas. 

1.4.-Respuesta formal. 

El sistema heráldico se adapta y evoluciona ofreciendo respuestas a las necesidades planteadas: 

1.4.1.-Proyectar personalidad.

A partir del siglo XIII empiezan a labrarse emblemas heráldicos en distintos tipos de edificios dejando constancia del propietario o de la colaboración en su construcción. Del mismo modo, se incorporan a objetos personales o textiles como adorno. 

1.4.2.-Mostrar varios emblemas 

Los grandes magnates comienzan a heredar emblemas por vía paterna y materna. La necesidad de mostrar esos dos emblemas sigue un proceso que podemos analizar con los sellos de Fernando III el Santo. 

Fernando III fue rey de Castilla desde 1217 y de León desde 1230 hasta su muerte en 1252. Los sellos que se conservan de su reinado, en los que se puede ver la evolución hasta llegar al cuartelado son: 

-Sello de plomo de 1221 de unos 46 mms de diámetro en cuyo reverso figura un castillo con dos leones a cada lado. Fernando III fue rey de Castilla en 1217 gracias a la renuncia de su madre Berenguela de Castilla. 

-Sello de cera oscura de 1231 de unos 110 mms de diámetro en cuyo anverso "se ve el escudo que lleva el jinete, blasonado con castillos y leones contrapuestos, y la parte delantera de la gualdrapa que cubre el caballo, también blasonada con un castillo" (2). 

Anverso y reverso del sello de Fernando III de 1221 como Rey de Castilla. 

Anverso del Sello de Fernando III de 1231. 

1.4.3.-Transmitir mensajes.

El Sistema Heráldico permite enviar al espectador una gran diversidad de mensaje. Entre ellos, podemos destacar el enviado por los caballeros ingleses Quincy y Fitzwalter.

Ambos se aliaron en la revuelta de los barones contra el rey Juan I de Inglaterra. Esta alianza la pusieron de manifiesto públicamente con la debida e inteligente utilización de sus sellos. Para sellar su hermandad tanto Saer de Quincy, conde de Winchester, como Robert Fitzwalter decidieron añadir a sus armas una faja de gules. El primero la usó cargada de un lambel, seguramente para diferenciarlas de otro caballero. El segundo, sustituyó un cabrio por la banda. Con estos dos escudos firmaron la Carta Magna inglés. 

Armas de Saer de Quincy, originales y modificadas con faja y lambel.
Armas originales de Robert Fitzwalter y modificadas con faja . 

Es más, el sello de Fitzwalter añade al conjunto ecuestre las armas (antiguas) de su compañero Quincy. Simbolizando así la unidad en la lucha. 

1.4.4.-Consolidar linajes.

La prueba más palpable de ello es la transmisión de padres a hijos de los mismos emblemas. Pero para ello será necesario otra innovación, diferenciar las armas del padre y del heredero mientras coincidan en el tiempo: las brisuras.

1.4.5.-Extensión a otros estratos de la sociedad.

Los emblemas heráldicos empiezan a utilizarse por las grandes damas de la época, religiosos, concejos y gremios.

-Heráldica femenina. El primer sello femenino del que tenemos noticia perteneció a Rohaise de Clare, condesa de Lincoln, hija de Gilbert Fitz Richard de Clare y Adeliza de Clermont. Murió en 1156 y, aunque no se sabe la fecha del sello, seguramente era anterior a esta fecha. Rohaise utilizaba las armas paternas, lo que quiere decir que, de momento, no tenían capacidad para crear armas nuevas.

El principal problema para la representación de escudos de armas en sellos femeninos consistía en la dificultad de incluir un arma defensiva en un sello ajeno a la guerra. Al principio, en los sellos femeninos aparecía la figura de la mujer, con sus mejores galas, sujetando en sus manos algún que otro símbolo (Agnes de Champagne). Blanca de Castilla rellena el fondo del sello con la flor de lis de su marido Luis VIII de Francia. Rohaise de Clare, utiliza el escudo paterno en solitario. Por último, Alix de Coucy aparece acompañada de dos escudos. El de la derecha pertenece a su marido (Guines), y el de la izquierda a su padre (Coucy). La forma del sello influirá de modo decisivo a la forma del escudo femenino, ovalado o en rombo.

Sello de Agnes de Champagne 1207 y Sello de Rohaise de Clare. 

-Heráldica eclesiástica. Los obispos retrasan el uso de los emblemas heráldicos hasta mediados o finales del siglo XIII. La mayoría siguen manteniendo su sello ovalado con los atributos de su dignidad eclesiástica, considerado con más prestigio.

En algunos casos se puede ver en el contrasellado algún emblema de devoción, como en el caso del sello Pierre de Corbell, Arzobispo de Sens. En otro, podemos observar la figura ecuestre de un caballero. Generalmente obedece a la advocación de la abadía, convento o monasterio. Como en el caso de la abadía de San Jorge de Bois. Cuando comienzan a aparecer los escudos de armas, estos se colocan en la punta del sello como en el caso del sello de Gonzalo, obispo de Sigüenza de 1345.

Las comunidades religiosas se suman al uso de armerías a finales del siglo XIII y principios del XIV.

Contrasello de Pierre de Corbel, sello de Felipe Berruyer (Obispo de Orleans) y Sello de Simón de Sully. 

Sello de la abadía de San Jorge de Bois. 

-Heráldica gremial. Los gremios, definidos como "corporaciones formadas por los maestros, oficiales y aprendices de una misma profesión u oficio, regida por ordenanzas y estatutos especiales", tienen su origen en la Baja Edad Media como consecuencia del desarrollo económico de las ciudades. Tienen como objetivo controlar la oferta y los precios de los productos que manufacturaban y, al mismo tiempo, velar por la prosperidad y seguridad de los miembros que los integran.

El gremio más antiguo documentado en España, fue el de canteros y albañiles, establecido en Barcelona en el año 1211. Los gremios y sus integrantes llegaron a ostentar una notable posición económica que les permitieron copiar los usos y costumbres de las clases sociales privilegiadas. Muchos de ellos comenzaron a hacerse retratos y a utilizar emblemas personales a partir de 1230.

Al principio, validan sus documentos o productos con emblemas en los que incluyen figuras que representan a su gremio. Los más conocidos son las marcas canteras de los constructores. También contamos con otros ejemplos como los "del marino o pescador Juan Pérez Pichartdo (una barca de alta popa y tres remos, además de una flor de lis y una venera); del carnicero Andrés Estévanez (buey pasante a la derecha superado de cruz floronada); del tejedor Domingo Ximeno (un dedal o una pesa de bastidor de telar, con sendas lanzaderas o agujas en sus flancos y un castillo); del tendero Garcí Sánchez (una balanza cuyo fiel se asienta en cruz potenzada sobre astil); y del ballestero Giral Martínez (ballesta acompañada a la izquierda de una rama y a la derecha de una estrella" (3).

La leyenda sobre el origen del escudo del gremio de los zapateros alemanes atribuye a la heroica actuación de Hans von Sagan en la batalla de Rudau en 1370 la figura del águila imperial bicéfala. 

Ya que ustedes, zapateros, han preservado el honor y la gloria de mi familia imperial a través de su valentía cerca de Königsberg, mi misericordia imperial hacia ustedes consistirá en el hecho de que ustedes y todos los zapateros lleven el águila bicéfala imperial en su escudoy bandera en todo momento.

Emperador Carlos IV, después de la batalla de Rudau, abril de 1370

En el siglo XIV, estos emblemas pasarán al soporte del escudo en una doble versión como emblemas del gremio y como emblemas personales de los artesanos.

Sellos gremiales.

-Heráldica concejil. La costumbre de utilizar sellos con emblemas para validar documentos concejiles surge en el siglo XIII. Aunque, una de las concesiones de armas municipales más antiguas, es la efectuada por Alfonso II de Aragón el 1 de abril de 1187 a la villa de Millau, que concedió el uso de su propia bandera a la villa, luego traspasada al escudo.

En los sellos concejiles era normal que en el anverso figurara un emblema y en el reverso una imagen de la ciudad. En algunos casos, como el de la ciudad de Córdoba, el reverso es el que se ha transmitido al escudo o logo de la ciudad. 

Sello de Millau y sello de Sajazarra (La Rioja de 1295). 

-Heráldica corporativa. Las corporaciones empiezan a utilizar escudos propios a partir de 1240.

-Heráldica funeraria. También se inició la costumbre de añadir los escudos de armas en las tumbas de sus titulares.

En Navarra se seguía observando a mediados del siglo XV la costumbre de colocar escudos de armas al poner los túmulos para funerales o aniversario de reyes y personajes de la nobleza. En 1442, el pintor Gabriel, servidor del príncipe hizo ciertos escusones con las armas reales de Navarra, para colocar en la iglesia de San Francisco de Olite sobre la tumba de la reina. Johanicot pintó las armas del Duque de Borgoña para sus exequias (4).

En este sentido, una costumbre sueca establecía que en el entierro del último descendiente de un linaje se hacía un pequeño escudo con sus armas el cual se rompía durante la ceremonia y, en ocasiones, se enterraba con su titular. La última vez que se realizó este ceremonial fue en 1930 cuando se enterró al Conde Magnus Per Brahe Skokloster (5)


Notas

(1) Historial Universal de la Edad Moderna. Vicente Ángel Álvarez Palenzuela (coord.,). Pág. 501. Barcelona, Edit. Ariel 2016.

(2)  Catálogo de Sellos de la Sección de Sigilografía del Archivo Histórico Nacional. Tomo I. Sellos reales. Araceli Guglieri Navarro. Servicio de Publicaciones del Ministerio de Educación y Ciencia. Pág. 29.

(3) La Heráldica Profesional o la formulación de un nuevo imaginario emblemático y heráldico. Félix Martínez llorente. Revista Emblemata, 18 (2012), pp. 193. 

(4) Libro de Armería. Diputación Foral de Navarra/Institución Príncipe de Viana, 1982. Pág. 29-30.

(5) Heraldiken i Sverige. Magnus Bäkmark y Jesper Wasling.