Por Ignacio Koblischek. Todos los derechos reservados.
2.-Organizar figuras en el escudo.
Una vez diseñadas las superficies, procedemos a incluir las figuras, las cuales analizamos a continuación.
2.1.-Conceptos generales: priorizar mensaje, poner, colocar y alterar.
−Priorizar el mensaje. En el escudo organizaremos las figuras según la importancia que les otorgue el titular. La importancia de las figuras se puede mostrar del siguiente modo:
-Preferencia de derecha (izquierda del espectador) a izquierda (derecha del espectador).
-Preferencia de arriba (jefe) a abajo (punta).
-Preferencia de mayor a menor tamaño.
−Poner: El eje vertical de las figuras coincide con el eje vertical del escudo,
pero este eje (el de las figuras) puede variar y girar del mismo modo que
lo hacen las superficies (como vimos al estudiar la coordenada giro). Por
este motivo, las figuras pueden aparecer "puestas" en banda, faja, barra,
etc...
Flor de lis puesta en banda
− Colocar: Existen dos posibilidades:
−Es el lugar que ocupan las figuras en el campo del escudo (recordar las
zonas del escudo).
Flor de lis colocada en el cantón diestro.
-Es el lugar que ocupan las figuras respecto a otras. Pueden estar colocadas
en aspa, perla... y también, a su vez, en palo, faja, barra.... Como son
muchas las posibilidades, las iremos estudiando a continuación y por
separado.
−Alterar. La primera acepción que nos da el Diccionario de la Lengua
Española del término "alterar" es "cambiar la esencia o forma de algo". En
este sentido, podemos decir que alterar consiste en cambiar la posición
normal o natural de las figuras.
Por posición natural entendemos que es cuando las figuras aparecen
mirando o direccionadas a la diestra del escudo (animales), o al jefe del
escudo (flechas, espadas...).
Hay figuras que tienen sus propios nombres para cada una de estas representaciones como el creciente, que puede aparecer ranversado, tornado o contornado.
En algunas ocasiones, también se puede aplicar a las superficies como el
cabrio.
2.2.-Sencillez, plenitud y simetría.
Cuando diseñamos un escudo de armas no hay que perder de vista el principal objetivo, identificar al titular sin ningún género de dudas. Ayuda a cumplir este objetivo el uso de tres recursos: la sencillez, la plenitud y la simetría.
Estos tres recursos permiten la localización y perfecta diferenciación de las figuras y colores, lo que ayuda a retener más fácilmente y durante más tiempo el escudo y vincularlo con su titular.
−Sencillez. La definición de sencillez que mejor se adapta al entorno
heráldico de las que nos ofrece el diccionario de la RAE podría ser: cuando
el escudo "carece de exornación y artificio, y expresa ingenua y
naturalmente los conceptos". Es posible que el concepto de sencillez
heráldica se entienda mejor haciendo alusión a su contrario, abigarrar, que
consiste en "amontonar y combinar sin concierto cosas varias y
heterogéneas". Es decir, lo ideal en la organización de un escudo será la
utilización de pocas figuras, superficies y esmaltes: dos o tres esmaltes y
una o dos figuras. La mayoría de los escudos sencillos son, a su vez, plenos
y simétricos.
−Plenitud, en su sentido literal, consiste en el relleno de todo espacio vacío. En el contexto artístico sería lo que tradicionalmente se ha denominado "horror vacui" o miedo al vacío. En cuanto al diseño heráldico se refiere, la plenitud consiste en rellenar el mayor espacio posible del campo del escudo con un esmalte, superficies, figura o figuras y la combinación de todas. Del mismo modo, la sola presencia de superficies (faja, palo...) aportan por sí mismas plenitud. El escudo queda equilibrado y proporcionado. Con las figuras podemos alcanzar la plenitud de tres formas distintas: plenitud propiamente dicha, plenitud limitada y plenitud por repetición.
−Simetría. La simetría aporta equilibrio y estética. Podemos definirla como
la correspondencia exacta en la disposición regular de las partes o puntos
de un cuerpo o figura con relación a un centro, un eje o un plano (RAE).
2.3.-Incluir varias figuras iguales en el escudo.
La utilización de varias figuras iguales implica varias circunstancias: no existe una figura principal, son del mismo tamaño y todas se describen a la vez.
El reto en la organización con figuras iguales consiste en intentar rellenar lo máximo posible el campo del escudo. Dependiendo de la forma de la figura, optaremos por una posición o colocación determinada.
El número límite de figuras iguales dependerá del sentido común, siempre que no afecte a la visibilidad e identificación de las mismas. Trece suele ser el número máximo, de lo contrario podría confundirse con un sembrado.
Como regla general, pueden colocarse siguiendo el giro y situación de las superficies, esto es, en banda, barra, faja, jefe..., siempre que su número sea el adecuado para su mejor percepción. En este caso, tres, cuatro o cinco como máximo.
A continuación, enumeramos las distintas formas de organizar varias figuras
iguales en el campo del escudo que dependerá del número y de su idoneidad.
Lógicamente, hay infinidad de combinaciones posibles a la hora de colocar en el
campo del escudo más de una figura. Por ejemplo, si colocamos cinco figuras
iguales tendríamos varias opciones: en aspa, 2-2-1, 1-2-2, 2-1-2... En este sentido
enumeramos las que ofrecen un mayor sentido de plenitud, obviando las otras.
−Escudos con dos figuras. Se pueden colocar aculadas, afrontadas, en palo, en faja, etc.
−Escudos con tres figuras.
La colocación más utilizada y que mejor se adapta a la boca del escudo es
la llamada "bien ordenada". La opción contraria es "mal ordenadas".
−Escudos con cuatro figuras.
-Escudos con cinco figuras. Lo más normal es colocarlos en aspa.
−Escudos con seis figuras.
-Escudos con número impar de figuras.
-Escudos con número par de figuras
2.4-Incluir varias figuras diferentes en el escudo.
La utilización de figuras distintas implica varias circunstancias, la primera es que existe una figura principal y que todas las demás se colocan respecto a ella. La figura principal es la primera en describirse y recibe este nombre por colocarse en el lugar principal del campo el escudo, normalmente suele ser de mayor tamaño que las restantes. Del mismo modo, puede que dos figuras iguales ocupen el lugar de figura principal.
El reto en la organización con figuras diferentes consiste en intentar rellenar lo máximo posible el campo del escudo, pero dejando el protagonismo a la figura principal.
Como regla general, también pueden colocarse siguiendo el giro y situación de las superficies, es decir, en banda, barra, faja, jefe, etc. Siempre que su número sea el adecuado para su mejor percepción, en este caso, tres, cuatro o cinco como máximo. Del mismo modo, podrán colocarse como en el caso de las figuras iguales, es decir, en distintos órdenes o alternadas.
Normalmente, la figura principal se coloca en abismo, en el centro del escudo. Por otro lado, las secundarias, podrán ir alrededor, en uno o dos flancos, en jefe, en punta, en los cantones, sujetándola, apoyadas, sobre ella o dentro de ella. En caso de no colocarse en abismo, la principal será la que ocupe mayor tamaño o mejor colocación (diestra sobre siniestra, jefe sobre punta), y se describirá la colocación respecto a las dos.
A continuación. enumeramos las más comunes:
Orlada – Cantonada – Adiestrada – Siniestrada – Superada - Acompañada en punta